jueves, 5 de junio de 2008

Levinas entre el pensamiento judío y el griego, entre atenas y occidente

1. No sólo hijo de los griegos. Lévinas y su influencia judía
No somos tan sólo hijos de los griegos sino también de la Biblia
Emmanuel Lévinas


En el quehacer intelectual de Lévinas atisbamos rasgos judíos indudables entre los que cabe destacar: el voluntarismo, el carácter negativo de la teología filosófica y la contraposición entre Atenas y Jerusalén, o lo que es lo mismo, entre la Filosofía y la Biblia, en especial, el Antiguo Testamento. El acercamiento al cristianismo de Lévinas, lo apreciamos en su obra “¿Un Dios hombre?, entre la pasión de Jesucristo y su ideal ético de la sustitución” (1968). Aunque no fue teólogo - al menos él no se consideró así y señalamos que sus comentarios talmúdicos nos sugieren lo contrario - Lévinas encontró en el judaísmo una fuente de inspiración para su reflexión sobre un llamado de la religión y la filosofía a lo fundamentalmente ético. Por otra parte, condenaba lo que designaba como “consolación de las religiones”, es decir, una cierta mística y una cierta sacralidad. En su opinión, toda lo sacro depende de la magia y sólo la ética tiene un sentido que supera a la muerte. Las actividades sociales, la ciencia y la técnica son, para él, en la medida en que tienen como fin venir en socorro del ser humano, más “religiosas” que toda forma de sacralidad. Para algunos expertos se trata probablemente, de la aportación más original de su pensamiento a la teología, aporte que ha contribuido a una cierta “desmitificación” de Dios. Su insistencia en la posibilidad de santidad fuera de toda sacralidad le alejó de los medios judaicos pero le ganó el aprecio de muchos cristianos.
La influencia del existencialismo y el personalismo en Lévinas viene propiciada por su creencia de que la filosofía judía era una filosofía existencial defensora del individuo. Esta consideración le hará apartarse de la fenomenología, aunque nunca del todo, y acercarse a los círculos personalistas.
Como una forma de regresar a sus raíces, diría yo, en el año de 1946 Lévinas dirige La Alianza Israelita Universal de París y su Escuela Normal Oriental, comenzando sus estudios del Talmud guiado por M. Chouchani. En 1957 comienzan, con frecuente participación de Lévinas, los Coloquios de intelectuales judíos, que son organizados anualmente por la sección francesa del Congreso judío mundial, a los que asisten, por ejemplo, Jankelevitch, Levy-Valensi, Halperin entre otros.

En 1961 se traslada a Poitiers, en donde es nombrado profesor de filosofía, siendo esa la razón por la que deja la dirección de la Alianza Israelita Universal. En el año 1976 es el último de docencia regular en La Sorbona; en él imparte dos cursos: “La muerte y el tiempo” [1] y “Dios y la onto-teología”[2]. En 1984 acaba su vínculo como profesor honorario de La Sorbona.
[1] (Publicado en -Aeschlimann, J.Ch. (ed.): \"L”Herne-Emmanuel Lervinas\". L”Herne, París 1991; pp. 21-75.y luego como libro en -La Muerte y el Tiempo - Livre de poche, París 1992).
[2] Publicado junto con el anterior en Dios, La Muerte y El Tiempo. Grasset, París 1993.

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