Platón plantea que el alma, por ser lo bello es posterior, o sea, que existe primero que las cosas creadas por la naturaleza y que las cosas creadas por el azar. Por tanto, la diligencia, la inteligencia, el arte y la ley son “anteriores a todas las cosas duras o blandas”. El alma, dice Platón, es anterior al cuerpo. Esa misma alma que es anterior al cuerpo, Platón la compara a un motor que es capaz de moverse a sí mismo y mover las demás cosas. Es también esa alma la que conduce la revolución del cielo, cuidándolo y ordenándolo. También mueve esa alma cuerpos como los del sol, pero nadie ve esa alma, ni tampoco la de los seres vivientes, sin embargo, dice Platón, eso no quiere decir que no exista, pues es inteligible. El alma o almas, aparecen como causa de todo, dice Platón, que ellas son dioses, ya sea encontrándose en el interior de los cuerpos u ordenando el cielo. De esta forma, intenta Platón probar la existencia de los dioses.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
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