De manera muy resumida pude captar, en primer, es que Dios, como una entidad eterna e inmóvil, es incorruptible, porque es imposible que se pueda destruir. Ese Dios que mueve, sin estar en movimiento, es una entidad, que es acto y que es eterna. Dios es inteligible y como lo inteligible mueve el entendimiento, y “el entendimiento es vida”, él, o sea Dios, se identifica con tal actividad, o sea, con la vida. Dios es también un viviente eterno y perfecto y vive una vida continua y eterna. Finalmente, Dios “se encuentra tan bien como nosotros”, y es algo admirable.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
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