martes, 11 de marzo de 2008

Conocemos las cifras de la pobreza, pero no la cara






FUTURO INCIERTO, Esta foto la tomé en la Rivera del Río Ozama, en Santo Domingo, Oct 2006

Leyendo artículos y análisis sobre la pobreza muchas veces he sentido la sensación de que, doctores especializados en el área, analizan científicamente, traduciendo a lenguaje numérico y científico lo que miles, millones de personas padecen y sufren en el día a día, conocen los datos, las cifras, los números y las causas, pero mucnos, no conocen el rostro de la pobreza.

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Según un estudio (2007) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sólo 7, de los 18 países de América Latina que firmaron los objetivos del milenio, podrían llegar a alcanzar la meta de reducción de la pobreza a la mitad en el año 2015. Parece ser según indican los números y el contexto latinoamericano actual, que la pobreza será una amiga de largos años de los pueblos latinoamericanos y que salir de esta condición de vida, que no se limita simplemente a una situación económica de 224 millones de personas que en América Latina y el Caribe viven con menos de dos dólares al día, será más que la lucha por un mejoramiento económico y equidad de las riquezas del planeta, será la búsqueda de un mejoramiento que se refleje en necesidades tan fundamentales y primarias como la salud, la educación y la alimentación.


Foto de los damnificados de la tormenta Noel, 2007

Muchas veces he percibido que cuando analizamos la pobreza como problema que afecta directamente al ser humano, nos olvidamos precisamente del ser humano en sí y de su total integridad. Sé que suena un poco extraño lo que estoy diciendo y esto contradice aparentemente el propósito de todo investigador interesado en el tema, sin embargo no quiero que se me mal interprete. Al encontrarnos en la contemporaneidad, en una post-modernidad que manda y demanda a la ciencia como medida y patrón de juicio de todo postulado que busque ser aceptado como verdad o aproximación a ella, caemos en la trampa de medir con los paradigmas de la ciencia y de la razón - con el método científico - acontecimientos que se traducen en razones y búsquedas de sentido que más de 3 siglos de avances científicos aún no han podido contestar. ¿De qué estoy hablando? ¿Hacia dónde pretendo llegar? El ser humano no desea ser rico, desea ser feliz, y para ser feliz necesita mejorar su situación de vida. El ser humano anhela vivir y lucha por ello. Leyendo artículos y análisis sobre la pobreza muchas veces he sentido la sensación de que, doctores especializados en el área, analizan científicamente, traduciendo a lenguaje numérico y científico lo que miles, millones de personas padecen y sufren en el día a día, conocen los datos, las cifras, los números y las causas, pero mucnos, no conocen el rostro de la pobreza.

No estoy desestimando en ningún momento, ni es mi intención, la labor de cientos de investigadores que gastan y entregan su vida para que los gobiernos e instituciones vean en datos cifrables y cuantitativos la realidad vivencial sufrida en carne viva por miles de seres humanos, no es esa mi intención. Sólo que a veces veo una fusión entre el objeto de estudio ¿dije objeto? Y el resultado del estudio del objeto estudiado. Pocas veces se nos ha ocurrido plantear en un trabajo de investigación sobre la pobreza realizando alguna encuesta hacia los empobrecidos de la sociedad ¿qué piensa usted cuando se levanta, en qué sueña? ¿De qué color es su día cuando sabe que tienes que distribuir sus 14 dólares semanales entre su mujer y sus hijos? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Es vida su vida? ¿Por qué desea superar su condición actual y económica? O mejor aún: ¿Por qué ha perdido la esperanza de que brillará un mañana mejor? También se me ocurre preguntar algo así como ¿es usted feliz? Y otras tantas preguntas más que seguro me dirán: eso no sirve para estudiar y medir la pobreza. Es obvio que estas interrogantes no son muy frecuentes en las encuestas ni en los estudios por la sencilla razón de que no responden a los postulados o "juicios sintéticos a priori" que caracterizan a la ciencia moderna con sus postulados sobre la verdad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

es bueno ver que hay personas que se preocupan por los demás.