miércoles, 21 de noviembre de 2007

ASÍ HABLÒ ZARATUSTRA, Friederich Nietzsche, Resumen y comentario de la lectura

ASÍ HABLÒ ZARATUSTRA, Friederich Nietzsche
Resumen y comentario de la lectura



Un libro para todos y para nadie. En èl Nietzsche usa una forma poética de ficción y satiriza a menudo el Nuevo Testamento, para explorar muchas de sus propias ideas. En un sentido màs amplio, refiriéndome exclusivamente a la parte asignada en las lecturas, Nietzsche enfatiza en primer plano, a “Los Sacerdotes”, como partìcipes de las cargas y cadenas que disfrazadas de falsos valores, “ese a quien llaman su redentor”, han cargado a aquellos cautivos y réprobos. El que alguien haya muerto y se sacrifique por defender su doctrina, no prueba nada, plantearà Nietzsche. El autor también se burla de la pretensión de muchos, “los virtuosos”, de creer que por sus buenas acciones u obras, serán recompensados, que no es màs, que una especie de conformismo acérrimo de los que poseen la vaga idea de que en el fondo de todas las cosas se encuentra la idea de crimen y castigo.

Nietzsche propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como “adormideras”, pues èstas impiden ver los valores verdaderos y reivindican la necesidad de imaginar el nuevo sujeto humano como alguien que se atreve a experimentar. Se burla sutilmente de aquellos que creyéndose muy virtuosos o elegidos se jactan de tener la justicia en el puño, cometiendo así crímenes contra aquellos que le rodean.

En un contexto similar al que plantea Feuerbach, Nietzsche hace referencia a la actitud de la proyección de Dios, como proyección de lo que el ser humano anhela ser. “Tambièn habrá llegado a vosotros los gritos de estos últimos: ¡Todo lo que no soy yo; ¡eso, eso son para mì Dios y la virtud”.[1]

La actitud de Nietzsche frente a lo divino y frente a todo lo referente a estamentos que indiquen o sugieran orden moral preestablecido, es de oposición y desencanto. Nietzsche està convencido de que los valores tradicionales, representados en esencia por el cristianismo han perdido su fuerza y no son màs que una representación de una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentan comportamientos como la sumisión y el conformismo.

Particularmente no tengo mucho que refutarle a Nietzsche, exceptuando su idea de “superhombre” y su planteamiento “cíclico de la historia”. A mi juicio, gran parte de lo que èl plantea, tanto en El anticristo, La gaya ciencia y Así hablò Zaratustra, en cuanto a su crìtica mordaz al cristianismo, su resentimiento contra aquellos “virtuosos”, “sacerdotes”, “desempleados”, es, en el contexto en el que èl vivió, y muchas veces en el nuestro, cierto. Muchas de las cuestiones de la fe, son, como su nombre lo indica, cuestiones, de fe, por eso considero que no vale la pena discutir. Argumentos siempre habrá para criticar y hacernos ver que las religiones, en algunos casos, funcionan como placebos que adormilan a la masa, y la dejan descansar en la enajenación de la seguridad que ofrece una deidad superior.
[1] NIETZSCHE, F., Así hablò Zaratustra, M.E. España 1995 p. 111

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