Deseo presentar este pequeño ensayo, primero, presentando un pequeño resumen, tanto gráfico como escrito, del texto de Ferrán, que como él mismo dice, está escrito con las intenciones metódicas de un maestro de escuela, y luego, presentar brevemente mi opinión sobre la complejidad del Pensamiento Latinoamericano.
El autor parte de la idea de que ese “pensamiento” latinoamericano del cual se va a problematizar, es un pensamiento en plural, un pensamiento matizado por diferentes rasgos sociales, políticos, económicos y religiosos. Me atrevo a llamar a este “pensamiento”, problemático, porque así como nos resultó compleja la búsqueda de una definición de “Latinoamericana”, así de complejo puede resultar definir el pensamiento de una región, matizada por la pobreza, economía, historia, población, educación, como rasgos comunes de sus diferentes zonas.
Ferrán comienza planteando las tres formas tradicionales de abordar el tema de América Latina, al referirse a su pensamiento. La forma histórica, que según el autor, gana en extensión, pero pierde en profundidad. La forma analítica que deslinda temas y autores, destacando por su propia claridad narrativa, pero que falla al impedir el surgimiento de un nuevo sistema simbólico de referencia que encauce en la reflexión. Finalmente la forma crítica, alabada por el autor, pues emerge de un dominio cultural ilustrado y su finalidad es desfondar lo real en un complejo mar de datos y relaciones culturales.
Ferrán saca a flote una cuarta forma para abordar el Pensamiento Latinoamericano, forma que aunque carece de fama entre los estudiosos, él asegura que una forma Sistemática, de abordar el problema a tratar, puede dar un poco de luz a un tema tan complejo como lo es el Pensamiento Latinoamericano. ¿Qué aporta para nosotros esta forma sistemática? Esta recoge, según el autor, cada una de las tres primeras formas, pero las supera articulando intrínsecamente la complejidad del mundo latinoamericano, sin caer en la simplicidad de un solo discurso temático.
Son varios los motivos que fecundan y promueven el Pensamiento Latinoamericano, pero Ferrán hace hincapié en cuatro de ellos, el motivo estético, el social, el teológico y en cierta forma, el filosófico. No me detendré a hacer las explicaciones a lugar de estos motivos, ya que más a bajo presento un pequeño cuadro resumiendo tales puntos, más bien procederé a la última parte de este pequeño trabajo, donde, en diálogo con Ferrán, intentaré hacer mis propias reflexiones sobre el Pensamiento Latinoamericano.
Una de las ideas que llamó mi atención al iniciar la lectura, fue aquella frase: “Pretendo presentar el tema de AL en su pensamiento; pero en plural”. La verdad es que no me había planteado, al tocar el tema de Latinoamérica, que, aunque es la tendencia que cuando se pide una definición, demos eso, una definición, es probable que al hablar de América Latina tengamos que hace una excepción. Pero, será esto correcto, se puede proceder a un análisis sistemático de la realidad social de una región en específico, diciendo, por poner un ejemplo: pensamientos latinoamericanos, culturas latinoamericanas, ideas, idiomas y hasta religiones de Latinoamérica. ¿No estaríamos procediendo de una forma un tanto acomodada, ante la complejidad del asunto? O más bien, ¿no estaríamos eludiendo una tarea un tanto difícil como compleja que como filósofos, o analistas de la historia, debemos afrontar sin intentar distribuir en porciones separadas, a los que en realidad deberían estar agrupados en un mismo grupo? Ferrán contesta a mis interrogantes planteando que el pensamiento latinoamericano, en la actualidad, se piensa y se escribe en plural, y sin embargo, lo esencial del caso es concebir su unidad originaria y su idea fundamental, ¿será esto cierto?
Con el juego de formas y motivos, explicadas por Ferrán se intenta presentar cómo se genera la formación de una sociedad civil latinoamericana que estructura su propio pensamiento, se reconoce en él y al mismo tiempo, vive en él.
Es innegable el hecho de que sí, existe un Pensamiento Latinoamericano, pero también es patente el hecho de que dicho pensamiento, está aún sin fraguar del todo, o mejor dicho, sin estar formado completamente. Es que este pensamiento amenaza fragmentarse aún más, influenciado por nuevos retos y presiones tanto internas como externas en la región. Desde las potencias económicas que hoy nos dominan, y que en el día a día nos dan su mano amiga, a través de sus solidarias Ong´s, hasta los nuevos caudillos latinoamericanos, disfrazados de nuevas y grandes promesas, y autoconsagrados como los nuevos libertadores del continente bajo nuevos estilos de comunismo y socialismos que callan la libertad, o, que como en el capitalismo, logran sus triunfos a cuesta de callar la verdad del pueblo que trabaja y piensa. Latinoamérica, repito, sí existe, aunque no esté del todo definida, pero debe seguir promoviéndose a sí misma a través de su clase pensante y trabajadora, para que, los que ya nos gobiernan económica y tecnológicamente, no lo hagan también ideológicamente, como en los tiempos de la colonia, es nuestra decisión y nuestra obligación.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
FORMAS Y MOTIVOS DEL PENSAMIENTO, Ferrán
Etiquetas:
Pensamiento Latinoamericano
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