LA COMUNIDAD DE LOS SIERVOS: FEUDOS (S.X)

La incapacidad de la dinastía carolingia para continuar su esfuerzo de renovación de la sociedad, produjo lentamente su caída y así el resurgimiento de un nuevo orden, donde el señorío privado, reemplazó al estado, pues los nobles, dueños de tierra, serían los únicos con una fuerza política efectiva. Nos enfocaremos principalmente en los finales del siglo IX y el siglo X, para dar un vistazo general a lo que fue “la comunidad de los siervos: feudos”, de este período que se llamó Feudalismo.

LA COMUNIDAD DE LOS SIERVOS: FEUDOS (S.X)

Antes de iniciar de lleno en el tema, podemos definir el feudalismo como el sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza de Europa occidental durante la alta edad media. El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad.

Tomando en cuenta que el feudalismo fue un sistema que abarcó todos los ámbitos de la vida, vamos a explicarlo en cuatro renglones para su mayor comprensión:

Político: El sistema feudal proporcionaba a los señores y a los vasallos el control sobre parcelas de tierra de diversos tamaños. Este sistema llamado algunas veces el sistema señorial, adquirió forma durante un período a partir de elementos establecidos en las instituciones económicas y sociales germanas y romanas. Cada noble había impuesto sobre los habitantes campesinos que controlaba, una estructura organizacional que le permitía exigir su labor y tomar una parte de su producción.
A saber, el señor feudal, era el amo y único señor (en la mayoría de los casos) que decidía cómo y cuándo se hacían las cosas en la vida sus siervos. Vemos aquí un sistema de total dependencia, señor-vasallo.

Económico: nos encontramos frente a un sistema con una unidad económica organizada para producir todo lo que necesitaban el señor y sus campesinos dependientes, es decir, una economía de subsistencia. El tamaño típico del feudo se determinaba por los requerimientos de la autosuficiencia.
El cierre del comercio mediterráneo y la escasa circulación de mercancía redujeron el comercio al mínimo. Las ciudades se despoblaron: prácticamente desapareció el intercambio campo-ciudad.

Social: la sociedad del feudalismo está fragmentada en cuatro grupos sociales, donde, el status social en todos los casos era hereditario e inamovible, tenemos en la cima de la pirámide al:
El monarca o rey, que era el señor de una serie de grandes nobles y clérigos dueños de enormes feudos que él mismo había otorgado a cambio de favores recibidos.
Nobles y el Clero: en algunos casos eran guerreros al servicio del rey, los cuales eran dueños de tierra, éstos dominaban a una gran masa de campesinos y artesanos. También la iglesia era poseedora de grandes cantidades de tierras.
Campesinos: se dedicaban a la producción de sus feudos para otorgar lo correspondiente a sus señores feudales y producir lo necesario para su subsistencia y la de su familia.

Religioso:
La iglesia estaba siempre presente ofreciendo su consuelo frente a las penurias de la vida. Su mediación en los momentos cruciales de la vida, nacimiento, matrimonio y muerte ayudaban a darle dignidad y significado a la existencia humana. En otros casos, esta misma iglesia, se vio altamente corrompida por las ambiciones de poder que dominaban la época.


Conclusión

A pesar de sus limitaciones, el sistema de señorío y dependencia feudal desempeñó un papel fundamental en preparar una sociedad decadente para un nuevo resurgimiento de la creatividad, que más tarde se vería con el surgimiento del comercio y la burguesía. No es de negarse que la vida de los campesinos fue cruel pues contaban con lo mínimo para la subsistencia y estaban a los antojos de su señor feudal, no obstante el feudalismo y el señorío establecieron pequeñas comunidades de gente capaz de una acción concertada y disciplinada. No es una coincidencia que la sociedad europea occidental empezara un espectacular periodo de desarrollo después de que el sistema de señorío y dependencia se hubiesen establecido firmemente.