La expansión Europea

La expansión Europea

El curso del tiempo de los últimos siglos, ha estado fuertemente marcado por la expansión de Europa Occidental que al convertirse en el centro de toda una civilización, se lanzó entonces sobre toda la tierra, conocida hasta entonces, para dominarla y someterla a según sus caprichos y necesidades económicas, sociales y religiosas.

Este proceso tan fuerte de la historia, se explica en el sentido de que toda una generación, conoció pensadores tan grandes como, Colón, Leonardo, Marco Polo, Vives, Gracilaso, etc. Y es que hubo toda una revolución en el saber, en la religión, en las artes, etc.

Los pueblos se lanzaron hacia la conquista de otros pueblos, junto con un fervor religiosos. Los ibéricos, por ejemplo, se lanzaron a la aventura de ultramar, conquistando y subyugando los mundos nuevos.

Podemos decir que una de las causas de tales movimientos, fue la Revolución Mercantil, cuyo soporte estaría dado por la tecnología referida, navegación oceánica y armas de fuego, trayendo como consecuencia la creación de dos procesos civilizatorios, primero, la mercantil salvacionista y la colonialista mercantil.

La competencia y el conflicto entre estas dos formaciones y entre los componentes interactivos de cada una de ellas, habría de favorecer a la más progresiva que se encontró luego en condiciones de emprender la Revolución Industrial, con lo que no sólo superó a la otra sino que subordinó a todos los pueblos.


El ciclo salvacionista

Está comprendido entre los siglos XV y XVI. Una figura característica de este período fue Isabel la Católica que venció al último bastón musulmán y expulsó a los árabes en el mismo año en que se descubrió América. Isabel tomó como tarea primordial la erradicación de los elementos moriscos que habrían impregnado las poblaciones peninsulares durante siete siglos de dominio islámico, se hizo madrina de la “santa inquisición”, sometiéndose a los dominicos que se convirtieron en rectores de la hispanidad. Aspiró piadosamente a erigirse en protectora de las poblaciones subyugadas del Nuevo mundo y, para salvar sus almas de la condenación eterna y al mismo tiempo asegurar el enriquecimiento de los conquistadores, los condenó a la forma más hipócrita de esclavitud, las encomiendas.

La forma de gobernar de Isabel la Católica, resume de manera muy ejemplar el ciclo salvacionista.

Europa nórdica y céntrica prosiguió con los esfuerzos por romper con el feudalismo mediante la restauración de un sistema mercantil internacional. Este proceso, comenzado en las ciudades portuarias italianas, flamencas e inglesas, convertidas en centros de producción manufacturera, condujo a una nueva formación sociocultural congruentemente capitalista mercantil.



Europa Capitalista

La Europa enriquecida por la transferencia de los productos de la explotación colonial ibérica y que luego ella misma emprendería al madurar como formación capitalista mercantil, pudo saltar hacia una nueva etapa de la evolución sociocultural, la Revolución Industrial. La circunstancia de que esta etapa floreciera en Europa, daría al hombre blanco, supremacía en el ámbito mundial, que al prolongarse por los siglos, lo llevarían a pensar ser una raza superior y a pensar, en consecuencia, que tenía que subyugar y esclavizar a todos los pueblos restantes de la tierra.