Epistemología y Hermenéutica

La búsqueda y el deseo de fundamentar una teoría del conocimiento, se caracteriza por encontrar “fundamentos” de los cuales poder agarrarse, representaciones que no se puedan negar. Muchas veces se ha tenido la sensación de que la desaparición de la epistemología en cuanto búsqueda de fundamentos deja un vacío que hay que cubrir. Rorty plantea que su propuesta de una hermenéutica no quiere significar que esta es la que llenará el vacío dejado por la epistemología o que esta es la sucesora de ella. La hermenéutica más bien, es una expresión de esperanza de que el espacio cultural dejado por el abandono de la epistemología no llegue a llenarse. La hermenéutica propone
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que nuestra cultura sea una cultura en la que ya no se sienta la exigencia de constricción y confrontación. Si la epistemología parte de la suposición de que todas las aportaciones a un discurso determinado son conmensurables, la hermenéutica vendría a significar una lucha contra esa suposición.
Al parecer, si negamos que haya fundamentos que sirvan como base común para juzgar las pretensiones del conocimiento, con esta idea parece ponerse en peligro la idea del filósofo como guardián de la racionalidad.
Rorty plantea que la epistemología misma confunde dos aspectos fundamentales del quehacer filosófico. El primero es el del intermediario socráctico entre varios discursos y el segundo; el de supervisor cultural que conoce el terreno común de todos y cada uno. El primer papel es el adecuado para la hermenéutica y el segundo para la epistemología.
La hermenéutica es la esperanza de que el vacío dejado por la epistemología no vuelva a llenarse. Ya no existen los meta discursos, lo que la hermenéutica propone son espacios para la conversación. Para Rorty debemos abandonar la teoría del conocimiento porque los problemas que ella se planteaba no tienen sentido alguno.

Comentario hecho a partir del libro de Rorty, "La ciencia y el espejo de la naturaleza".