lunes, 15 de marzo de 2010

Jaspers y Los límites de la Trascendencia


Hoy es sábado, y nuevamente, tras levantarme temprano para irme a hacer ejercicios, me llegó la idea de escribir una pequeña nota, esta vez sobre "los límites de la trascedencia". Primero aclaro dos cosas, uno, que esta idea no es mía, excepto por el comentario que vendrá después de exponerla, y segundo, que escribo sobre un filósofo alemán que junto con Kant, Heidegger, Marx o Nietzsche, pertenece a ese grupo de filósofos "todos alemanes x cierto" que muchos odian o alaban, pero a los cuales siempre nos tendremos que referir. Joder!!! Que hay que ser muy creído e ignorante para que un profesor universitario se atreva a llamarle estúpido a Emmanuel Kant... Disculpen que me salga del tema, pero es que me tenía que desahogar...

En pocas líneas, Karl Jaspers, quien se exiliara en Suiza durante el régimen nazi, sostiene en su filosofía existencialista que la ciencia es etapa primera de la filosofía pero que ésta, en última instancia, es incapaz de dar respuesta a la complejidad total de lo que es el ser humano, y mucho menos a la pregunta ontológica del ser que tanto ha preocupado a la filosofía occidental. A mí la verdad lo que menos me interesa es esa parte de su filosofía, así que me paso directamente a lo que él denomina "los límites de la trascendencia". Para ello antes aclaro que Jaspers rechaza tanto la religión como el ateísmo, !vaya contradicción! no? Rechaza la religión por dos razones. Porque esta pretende, con sus fundamentos, explicar y resumir con autoridad las experiencias de la trascendencia y porque esta mantiene la idea de un más allá que es otro mundo.

Jaspers considera que el mundo es un "texto secreto" únicamente inteligible para la existencia personal y por cada cual para sí mismo. Para conocer ese mundo el ser humano no debe ignorar aquellos acontecimientos que lo sacan de la realidad monótona y cotidiana y lo acercan más profundamente a la "fe en el Ser en sí". Este autor considera que lo que nos saca de la realidad monótona es aquello que nos pone al límite de lo trascendental. ¿Entonces, qué experiencias nos acercan al límite? Acontecimientos de la historia, las relaciones con otros, el sufrimiento, las guerras, el fracaso, la familia, la ley, las presiones en las que se puede llegar a realizarse el yo personal, la enfermedad, en fin, todo aquello que descompone nuestro mundo habitual y nos obliga a hacer un alto en nuestras vidas para recapacitar. El peligro radica cuando el ser humano ignora tales acontecimientos y los incorpora en su cotidianidad.

Aunque podamos estar de acuerdo o no con lo que plantea Jaspers, lo que sí parece cierto es que cuando nuestra humanidad es probada al límite, es cuando verdaderamente, y muchas veces sin nosotros desearlo, nos vemos obligados a reflexionar. Sucesos como la muerte de un ser querido, la enfermedad, el fin de una relación amorosa o una larga amistad, nos demuestran que "los límites de la trascendencia" nos suelen poner de frente con el dios en el que creamos, o en su defecto, con nosotros mismos y con todo aquello que nunca terminamos de conocer sobre. Hoy en día el gran peligro radica en nuestra "moderna" capacidad de NO dejarnos sorprender y en nuestros continuos escapes para negar el sufrimiento huyendo de él. Cuando esto sucede es entonces cuando ya no nos encontraremos a nosotros mismos y nos perderemos en el mundo y su falsa realidad.

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